jueves, 6 de octubre de 2011

Tema 1. Resumen Modos de Ver.

El niño al mismo nacer ve aunque no hable. Con la vista conocemos lo que nos rodea y luego lo explicamos con palabras pero nunca lo que expresamos se adecua completamente a la visión.
El término visible es relativo. Puede estar oculto o iluminado, una vez aprendido forma parte de nuestra vida; de ahí que el mundo se afane en multiplicar con las nuevas tecnologías nuestros instrumentos de visión: televisión, cine, fotografía, etc., que nos permiten ver hechos del pasado, del presente y del futuro.
John Berger, en un programa de televisión “Modos de ver”, planteó como a través de todas estas tecnologías podíamos desvirtuar la realidad, cambiando colores, formas, figuras, etc.
Modos de ver se convirtió después en un libro de manera que a través de distintos procesos lo que pretende es que cada ser vea las cosas con espíritu crítico, creativo; no como lo que han querido siempre que veamos. Así, el arte, la literatura, etc., deja de ser exclusivo de unos pocos y a todos puede gustar porque cada uno tiene su propia visión, su propia explicación. Para ello, se ha partido presentando imágenes sin ninguna referencia porque lo que sabemos afecta al modo de ver las cosas.
Vemos lo que miramos y nuestra visión está en continuo movimiento, de manera que vemos y somos vistos.
Las imágenes se hicieron para perpetuar algo o a alguien, y así conocemos y vemos imágenes del pasado, conocemos parte de la historia, etc., siendo las imágenes a veces más ricas que la literatura.
Sin embargo, cuando se presenta una imagen como una obra de arte, lo que se ve está condicionada por lo que se sabe, y a veces, se desvirtúa la realidad.
La invención de la cámara cambió el modo de ver de los hombres. Lo visible ya no era lo que había frente a un solo ojo, sino la totalidad de las vistas posibles a tomar desde puntos situados alrededor del objeto.
La cámara lo que hace es que al emitir una imagen ésta sea interpretada según el ambiente donde se recibe. Ej.: por un lado ya no hay que ir a ver una obra de arte, ésta se te presenta a ti a través de la cámara. Por otra, la imagen puede variar en pequeños o grandes detalles de original, pero ésta siempre tendrá un valor distinto, una importancia al natural que no tienen las proyecciones de la misma.
No se debe quitar la importancia de la obra pero su difusión debe de servir para que todos tengamos acceso a través de la imagen de conocer nuestra historia y de que seamos críticos ante la realidad; y conociendo ésta tal y como es podemos ser libres.
Hoy en día, estamos bombardeados por la publicidad. En breves momentos ésta nos transmite estímulos que se nos quedan en nuestro interior. Ésta se utiliza para beneficiar al consumidor, a los fabricantes y al país y que favorecen la libertad de elección, pero la realidad es que la publicidad en muchas ocasiones nos hae el querer cambiar porque pensamos que lo que nos ofrecen es mejor que lo que tenemos, y que el producto ofrecido nos ayudará a ser feliz, por lo tanto, hace que no te sientas bien con tu realidad.
Las imágenes publicitarias están muy relacionadas con las que aparecen en las grandes obras de arte; por ejemplo: las posturas físicas de los hombres que sugieren riqueza y virilidad.
La fotografía ha venido a facilitar la traducción del lenguaje de la pintura al óleo al de los clisés publicitarios, aunque hay una gran diferencia en estos dos últimos casos. La pintura al óleo mostraba lo que su dueño disfrutaba, mientras que la publicidad tiene como propósito el que el espectador se sienta insatisfecho con lo que tiene y adquiera lo que se le propone.



En la publicidad se asocia dinero, poder, amar.
Su verdadero campo de aplicación no es la realidad sino los ensueños. En cambio, la pintura al óleo se plasma lo que se tiene ante el autor sea real o imaginario sin pretender nada de ello.
El abismo entre lo que la publicidad ofrece realmente y lo que da en realidad es como el que hay entre lo que la persona es y lo que le gustaría ser.
La publicidad convierte el consumo en sustituto de la democracia: Yo elijo lo que quiero en vestir, comer, etc., y esto ocupa el lugar de la elección política significativa. La publicidad interpreta el mundo y puede crear, sino se tiene un espíritu crítico, una profunda insatisfacción.

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