lunes, 24 de octubre de 2011

Tema 7. Resumen Arte y Educación

1.  Cuando dejamos de ser niños, ya estamos muertos.

En este fragmento el autor comparte con nosotros su experiencia de cuando fue a dar un curso de historia y aprendizaje del arte. Para él los alumnos que poseían una buena memoria, una mente lógica y que fuese muy aplicado no algo de admirar en su asignatura, sino todo lo contrario, ya que no por eso el alumno sería capaz de ver la diferencia existente entre los meritos estéticos de un cierto número de obras de arte.

2. La edad de la inocencia.

Los niños tienen un impulso estético natural hasta cerca de los once o doce años de edad, es a esta edad cuando los niños poseen un sentido instintivo de las armonías de los colores, construcciones imaginativas.
Con la pubertad estas facultades ceden terreno al juego de facultades más lógicas con sus correspondientes actividades.
Alrededor de los once años el Súper-yo del niño empieza a tomar una forma definida, es a esta edad también, cuando se da la conciencia moral del niño.

3. El niño dotado.

Esta minoría está dotada de cualidades excepcionales de naturaleza fisiológica, tales individuos poseen una constitución somática que es más sensible de lo normal a estímulos externos como la luz, el calor, el sonido y los volúmenes.
En el momento de nacer, la gran mayoría es estéticamente sensible y lo que le ocurre al niño durante los primeros años determina si tendrá o no una capacidad para la expresión estética. Por tanto, todos nacemos artistas y nos convertimos en ciudadanos  insensibles de una sociedad burguesa, porque o se nos deforma “físicamente” durante el proceso de educación, de modo que nuestros cuerpos ya no pueden expresarse por medio de movimientos ni sonidos naturales, o se nos deforma “psíquicamente” porque nos vemos obligados a aceptar un concepto social de normalidad que excluye la libre expresión de los impulsos estéticos.

4. Problema de Valores.

Parece que sólo podemos educar los impulsos estéticos arriesgándonos a frustrar tendencias, cuyo objetivo es convertir al individuo en un representante del súper-yo.
El dilema se ha resuelto intentando hacer del arte un representante del súper-yo.

5. La Teoría de Platón sobre el arte y la educación.

La teoría platónica del arte ha suscitado malentendidos porque sus comentaristas han comprendido muy poco acerca del arte. Para el no existía un concepto general del arte, sino diversas artes que tenían que ser consideradas mas como formas graciosas de una actividad práctica que modos de expresar al experiencia subjetiva.
Platón distingue tres grados de objetos: Primero la forma absoluta y eterna; real e inteligible; Segundo el objeto perceptible; copiado de la forma; y Tercero la obra de arte; copiada del objeto.
Platón considera el arte como la copia de una copia, la apariencia de una apariencia pero nunca considera la obra de arte como réplica.
Las objeciones de Platón al arte en su república ideal son dos: la Racional y la Estética.
Para Platón el arte tiene poder sobre los sentimientos y la imaginación, esto aparece más claro en el lugar y la función que asigna a la música como medio educativo. Para dar un lugar más importante al arte en el sistema de la educación será necesario desafiar la filosofía racional de la vida.


6. El medio feliz.

La infelicidad se deriva de una supresión indiscriminada o completa de la parte instintiva y emotiva de nuestro ser. Por otro lado el análisis científico nos ha enseñado que esta misma supresión de los instintos encierra el peligro de las enfermedades neuróticas. Por tanto para encontrar el punto óptimo de la educación se debe saber cuánto puede prohibirse, en qué momento y por qué medios.

7. Productor y consumidor.

Hay dos aspectos en la educación artística: individuo como artista (productor) e individuo que aprecia el arte (consumidor); y sus dotes sensuales, aparecerán entre los 11 y 15 años.
Algunos alumnos sin el consentimiento de los padres escogerán la carrera de su vocación. Actualmente, el padre o tutor es el que elige el destino del niño y este será artista eligiendo su propia vocación.
La facultad plástica es la capacidad de expresar por medio de materiales maleables las intuiciones de modelos, formas y colores que surgen de la mente.
“El artista no es un tipo especial de hombre, sino que cada hombre es un tipo especial de artista”.

8. La Educación de los Instintos.

Tanto el sentido común como la psicología nos dicen que los impulsos estéticos han poseído con uniformidad, están dormidos en las personas educadas. El ritmo y la armonía impregnarían todo lo que hacemos, en este sentido, cada hombre sería un artista de algún tipo, y no se despreciaría ningún arte por el simple hecho de ser mecánico.
La sangrienta historia de un mundo que ha dependido de la supremacía de los valores ideológicos de algún tipo u otro es algo que no habla muy bien. Por lo que podríamos educar los instintos en lugar de suprimirlos.
Cada persona dentro de su educación será un artista o no, pero sólo unos pocos serán unos auténticos artistas.

9. El proceso de la Educación.

Freud definió el Ello como un “caos, una caldera de excitación hirviente”. El estilo barroco, todavía es arte, y demuestra que el orden y la coherencia pueden ser abiertos y dinámicos.
También  dice que “en el Ello no hay nada que corresponda a la idea del tiempo ni nada que dé constancia del paso del tiempo.
La particular organización sensual del artista le permite “comprender relaciones de las capas más profundas del Yo y del Ello que de otro modo serían inaccesibles”.
“El Yo -dice –Freud-es el órgano sensitivo de todo el aparato, receptivo de las excitaciones del exterior como del interior de la mente. Para el Ello, el Yo controla los cambios de acceso a la movilidad, pero intercala entre el deseo y la acción, destronando el principio del placer, que ejerce un dominio sobre los procesos del Ello, y lo sustituye por el principio de la realidad, que promete una mayor seguridad y éxito”.

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